martes, 9 de octubre de 2012

Una precuaresma anticipada


Ni las designaciones del pregonero y del cartelista de la Semana Santa ni la habitual serpiente otoñal de la hermandad lasaliana y su encaje ¿definitivo? en la nómina del Domingo de Resurrección. Nada de eso provocará tanto eco de aquí a marzo como el anuncio hoy del arzobispo de Sevilla. El cariz que estaba tomando la propuesta de La Misión de ir a la Catedral “sin pasar por la casilla de salida de este peculiar Monopoly –Carrera oficial- y cobrar cada vez que se completa una vuelta al tablero” (Javier Rubio, en su columna de hoy en ABC) también ha dejado de ser noticia en la prensa morada. La precuaresma inicia este martes su cuenta atrás con  la propuesta de monseñor Asenjo de realizar un viacrucis con 14 imágenes de nuestras hermandades a lo largo y ancho de la Avenida de la Constitución, y una procesión extraordinaria de la Virgen de los Reyes. El motivo: la conmemoración en 2013 del año de la Fe decretado por la Iglesia. El debate, por tanto, está servido. A partir de ahora, quinielas y más quinielas en un intento de acertar esas 14 advocaciones. Si ya eran frecuentes para el viacrucis del primer lunes de Cuaresma… Eso sí, Palacio propone y dispone aunque el tema de la designaciones –auténtica patata caliente- queda para el Consejo.
Imagino que ahora las hermandades empezarán a llamar a la puerta de San Gregorio para ponerse a disposición del Arzobispado a la hora de celebrar esta importante efeméride. Dicho de otro modo: contad con nosotros. Claro, en este caso no hay desplazamiento a Madrid ni un importante desembolso económico. Sí, irían en andas y sin música, pero ¿qué hermandad no querría ese privilegio? De todos modos, menuda papeleta de sitio para Adolfo Arenas.
¿Contarán de nuevo con el Señor de las Tres Caídas de Triana o pasarán factura? ¿Qué ocurriría si aquellas imágenes con más tirón devocional van declinando, una a una, esa invitación? Puede pasar a tenor de la experiencia de la JMJ. Por otro lado, ¿cuál será el criterio que esgrimirá el Consejo para designar esas hermandades? ¿Se aceptarán sugerencias de Palacio? En este sentido, una talla de Lastrucci que pertenece a una hermandad del Miércoles Santo sí parece segura; no diré más.
Por cierto, un último interrogante: ¿por qué el Año de la Fe es motivo más que suficiente para sendas procesiones extraordinarias y no lo es conmemorar, por ejemplo, cinco siglos de vida de una hermandad sacramental? Será que esta vez la idea parte directamente de la plaza Virgen de los Reyes… Y que conste que no soy partidario de sacar pasos para celebrar el 17 aniversario de la donación de un pañuelo para la Virgen;  que se cumplen dos décadas de la adquisición de unas andas o 25 años de la primera puntada en el manto de salida… Ahí quedó. 

jueves, 4 de octubre de 2012

¿Ineficacia o deliberación?


Un día cualquiera de octubre llaman a mi puerta y me entregan una notificación de embargo emitida por la Agencia Tributaria de Sevilla. ¿Embargo? ¿Por qué? Son las dos primeras preguntas que vienen a mi mente pues con anterioridad no había recibido aviso alguno que me apercibiera de sanción. La perplejidad de ese primer momento continúa al leer la carta puesto que no aparece ni el motivo de la denuncia ni la fecha de esa hipotética falta; tan solo un número de expediente y la cantidad embargada, que en este caso es lo de menos. No queda ahí la cosa puesto que este Ayuntamiento nuestro me reclama intereses, costas y recargos por haber expirado el plazo establecido para el pago. Pienso: ¿una multa? ¿Será un nuevo impuesto municipal? ¿La contribución no se paga entre octubre y noviembre? Demasiados interrogantes…
Esa situación de asombro da paso a un estado de escepticismo cuando compruebo que en el sobre –con letra muy pequeña- se puede leer: “Notificación informatizada. Tercer intento buzón”. ¿Tercer intento? ¿Hubo dos anteriores? Si me han entregado en mano esta carta certificada, ¿por qué no hicieron lo mismo en su momento? Ítem más, estoy censado en mi actual domicilio desde hace más de un año, luego el cambio de dirección no es una excusa y el nombre incorrecto tampoco para esos fallidos intentos.
De este modo pasamos a un nuevo estadio: indignación. No en vano, me privan de mi derecho legítimo de recurrir en su día la multa de tráfico –obtengo esa información en el banco- y, por ende, la posibilidad de que fuera estimado el escrito de alegaciones y archivado el expediente. Pero si hubiera decidido abonarla en su momento y olvidarme de recursos, tampoco habría obtenido la correspondiente reducción del importe por pronto pago.
Ante esta tesitura uno se plantea si es fruto de la ineficacia del funcionario de turno en el Ayuntamiento –incluyo también a empleados de Correos, por si acaso- o una estrategia deliberada de la Agencia Tributaria. Tal y como está el patio y con la que está cayendo uno no sabe qué pensar. Sea como fuere, si no prospera el recurso que he presentado, ellos se aseguran no solo el importe de la sanción –sin la citada reducción- sino los intereses, costas y recargos. No creo que sirva para aliviar las paupérrimas arcas públicas, pero desconozco cuántas personas se hallan o se hallarán en esta situación de total indefensión jurídica. Nocturnidad no hubo, pero… ¿alevosía?