Por si no le costara a San Pablo despegar definitivamente, las
recientes declaraciones del alcalde de Sevilla sobre la “prioridad”, frente a otras
inversiones, de unir la terminal de vuelos malagueña con la estación del Ave
María Zambrano, precisamente, no le ayudan, aunque esa conexión podría contribuir
a aumentar la llegada de turistas desde la Costa del Sol a la capital andaluza –motivo
esgrimido por Juan Espadas para formular esa petición, cuanto menos sorprendente-.
Sin entrar en la idoneidad o no de esa infraestructura -cada administración
debe defender sus intereses- el objetivo del primer edil sevillano debería ser
conectar la estación de Santa Justa con el aeródromo hispalense, sin menoscabo
de que pueda mostrar públicamente su apoyo a la reclamación de nuestros
vecinos. Ítem más, la demanda de inversión no implicaría ir contra las
peticiones de otras provincias puesto que son proyectos complementarios que
pueden beneficiar a ambas ciudades.
Llaman la atención
afirmaciones de este calado justo cuando el aeropuerto de San Pablo, como publicaban
este martes los compañeros de El Correo de Andalucía, sondea 40 ciudades en las
que abrir nuevas rutas directas y afronta la temporada de invierno rozando las
mejores cifras de su historia http://elcorreoweb.es/sevilla/el-aeropuerto-sondea-40-ciudades-en-las-que-abrir-nuevas-rutas-directas-XN942990Expectativas que, no obstante, seguirían encontrando en la conexión de la
terminal con la ciudad un obstáculo más para la implantación y consolidación de
esos destinos. No en vano, en materia de transporte público la falta de
alternativas al autobús, con frecuencias de paso con mucho margen de mejora, convierten
a este medio en la única opción frente al taxi.Si dejamos a un lado, por
motivos obvios, Madrid y Barcelona, que juegan en otra división -por Barajas y
El Prat transitan unos 90 millones de pasajeros al año-, el aeropuerto de
Manises (Valencia), con cifras similares a San Pablo, dispone de Metro y el malagueño
Pablo Picasso, de un servicio de Cercanías y varias líneas de autobuses.
En este sentido, resulta extraño que el aeropuerto sevillano,
teniendo en cuenta que está situado a tan solo 10 kilómetros al nordeste de la
capital, como subraya AENA en su página web, no disponga de trazado férreo a
Santa Justa. ¿Nadie ha
reparado en lo cerca que se encuentran ambas estaciones? ¿Qué ciudad no querría
tener conectado aeropuerto y Palacio de Congresos? Y más aún cuando Fibes dispone de un importante aforo, se apuesta de manera firme y decidida por el
turismo congresual y existe una estación de Renfe justo a su lado. Si el único
problema es la elevada inversión que lleva aparejada la implantación de la alta
velocidad, se podría apostar por el sistema de Cercanías. Para una distancia
tan corta, trenes de media distancia y con una adecuada frecuencia suplirían
con creces esa ancestral carencia y para nada reñida con las demandas realizadas
desde la Costa del Sol.