Como era lógico, el debate social
acerca de un posible adelanto oficial de la Feria de Abril de Sevilla al
viernes previo al lunes del alumbrao sigue
dando que hablar –y lo que te rondaré morena-, quién sabe si en un intento de
desviar la atención de los temas que realmente deberían preocupar más a los
ciudadanos. El caso es que, como siempre, entramos al trapo cuando nos tocan lo
más sagrado: las tradiciones. No
obstante, puesto que el asunto está encima de la mesa y ya han hablado los
principales representantes políticos y del sector turístico, me atrevería a
vaticinar que un adelanto del alumbrao
no evitaría la pre-feria, todo lo más cambiaría esos días de celebración
adelantada de la fiesta del fin de semana –incluso ese viernes se vieron
casetas muy concurridas que recordaban a las habituales comidas de empresas- al
miércoles o jueves de esa misma semana. Uno de los motivos de que muchos
decidan anticipar su particular feria estriba en el hecho de disfrutar de una
mayor tranquilidad y evitar las incomodidades del bullicio.
Ahora bien, puestos a debatir sobre
el modelo actual de la fiesta, ¿no sería más productivo retomar el asunto de su
traslado al Charco de la Pava? Básicamente, por una razón de coherencia: la
enorme parcela que actualmente ocupa en Los Remedios está desaprovechada
durante todo un año mientras que el escenario que se planteó hace un tiempo es
terreno inundable y parece más que propicio para levantar una ciudad efímera.
Cierto es que habría que realizar una
importante inversión –no confundamos con gasto- en el Charco de la Pava, pero los
terrenos de Los Remedios poseen una enorme potencialidad. Se podrían obtener
ingresos importantes con la venta de suelo para edificios de oficinas y pisos
de renta libre que se destinarían a sufragar aquella partida y, de paso,
evitamos cualquier escenario especulativo. Todo ello, sin menoscabo de reservar
el espacio necesario para equipamientos sociales, desde centros educativos y de
salud a instalaciones deportivas e incluso un gran parque. Los partidos
políticos deberían alcanzar en este punto un gran pacto porque quien ganaría sería
claramente la ciudad.
De forma paralela, se satisfaría a la
demanda existente de casetas tanto de particulares como de entidades no
lucrativas y empresas al tiempo que permitiría al Ayuntamiento incrementar las
públicas. Ampliaciones, en todo caso, que se deberían realizar siempre de forma
paulatina para que no quedara desvirtuada.
Por último, no conviene olvidar que esos
terrenos de Los Remedios dejarían de ser un reclamo habitual para las botellonas.
¿La inversión es elevada? Sí, pero
también lo es la losa soportada por la actual Feria en tanto en cuanto tiene
hipotecados unos terrenos muy valiosos por culpa de una semana… o diez días,
quién sabe…
Recreación en el Charco de la Pava. Fuente:ABC