Reconozco mi perplejidad cada vez que
paso por la plaza de la Concordia –y lo hago casi a diario- por el continuo
deterioro de la antigua Comisaría de la Policía Nacional y la paupérrima imagen
que proyecta sin que nadie lo remedie. Créanme que no me importa tanto quién es
el responsable en última instancia de la desidia que provoca que ese amasijo de
hierros esté abocado a la ruina. Me es indiferente si el Ayuntamiento es el
causante de tal despropósito o debemos mirar a la Junta de Andalucía porque
este edificio de La Gavidia es tan solo un ejemplo de otros muchos inmuebles que,
con más o menos historia y más o menos valor arquitectónico, sí corren la misma
suerte, como la antigua sede del Parlamento andaluz –a escasos metros del citado
edificio-, la extinta fábrica de Artillería, la biblioteca municipal de Alfonso
XII, el Hospital Militar y el antiguo mercado de la Puerta de la Carne.
Entramos en plena campaña electoral de
las municipales –de forma oficial, me refiero- y desconozco si algunos de los
candidatos recogen en sus programas un digno destino para esos inmuebles. Sea
por sus extraordinarias dimensiones o por la privilegiada ubicación de la
mayoría de ellos, bien podrían tener un adecuado uso en lugar de permanecer
vacíos y, en el caso de la antigua comisaría de la Policía Nacional, ocasionar
importantes gastos, por ejemplo en materia de vigilancia; sin olvidar que el
tiempo juega en contra porque a medida que pasen los años el deterioro será
mayor por la inacción del gobierno de turno.
Debatamos sobre el destino que pueden
tener: ¿equipamientos sociales? ¿Hoteles o establecimientos de hostelería?
¿Centros comerciales?.. Cualquier cosa que reporte al ciudadano beneficios en
forma de servicios y, si fuera posible, de ingresos monetarios para las arcas
públicas es mejor que tener infravalorado y desaprovechado un extraordinario
patrimonio arquitectónico.
¿No se jactan los políticos de decir
que escuchan a los vecinos? Debatamos –insisto- los posibles usos o propongan
soluciones, pero factibles y con un firme
compromiso de realización. ¡Pero hagan algo!
¿No está demostrado que faltan centros educativos
en el casco antiguo? San Hermenegildo es una opción… ¿No hacía falta ampliar el
Museo de Bellas Artes? La antigua biblioteca de Alfonso XII sería un enclave
interesante para albergar salas de exposiciones permanentes y temporales… ¿El
enorme inmueble de La Gavidia no podría –si no se encuentra una mejor salida-
concentrar todos los servicios administrativos del Ayuntamiento siguiendo la
idea que en su momento tuvo Soledad Becerril de construir uno nuevo en el
Prado? Por cierto, ¿y destinar esas dependencias al ámbito judicial? Los
edificios de los juzgados, como bien saben, se quedaron pequeños hace mucho
tiempo y algún que otro problema de espacio resolvería... Soluciones pueden
existir muchas. Ahora bien, verdadera voluntad política…
Antigua comisaría de La Gavidia. Foto: C.Prieto