jueves, 11 de agosto de 2016

¿Por qué no hay mentalidad ganadora?

Discrepo abiertamente de quienes piensan que no se debe caer en el dramatismo tras la imagen ofrecida ayer por el Real Betis en el Trofeo Colombino. Respeto las opiniones, como es lógico, pero no las comparto. La crítica enérgica en el fondo, no en las formas, es necesaria en aficionados, socios y medios de comunicación. Sé que voy a contracorriente y que no soy políticamente correcto. Pero, ¿qué quieren que les diga? Aquí se trata de expresar lo que uno piensa, sin tibieza; para qué andar con medias tintas.
Partamos del contexto, que sería lo más oportuno. Clara derrota (2-0 en 45') infligida por el Córdoba -equipo que militará en Segunda esta próxima temporada- y empate sin goles ante un voluntarioso anfitrión, con ganas de agradar a su sufrida afición, mucho más preocupada por el incierto futuro del Decano, que une a su mala situación deportiva -hundido en el 'pozo' de la Segunda B- su desastrosa gestión en los despachos del club.
Sí, estamos en la pretemporada y los puntos aún no están en juego. Hasta ahí, de acuerdo. Pero esta historia no es nueva. Ese es el problema. Se da por asumido que es el sino del Betis: una de cal y cientos de arena. El pasado año la escena se repitió con demasiada frecuencia. Una derrota dolorosa acompañada, habitualmente, por una imagen horrible sobre el campo; unos jugadores que piden perdón, mirar hacia adelante y se muestran convencidos de que no volverá a pasar. La afición olvida pronto el episodio y... vuelve a suceder, por enésima vez.
Sí, estamos en la pretemporada, pero falta mentalidad ganadora en todos los estamentos del club. Con este paño, el mejor fichaje sería el de un profesional que inoculara ese espíritu competitivo a todos y cada uno de los profesionales de la entidad y, si fuera posible, a la fiel tropa verdiblanca. Recordemos que en este deporte, tan importante es la aptitud como la actitud. De lo primero, han empezado las dudas sobre la calidad de una plantilla a la que le faltan aún piezas claves en su once titular. De lo segundo, por desgracia, a la mayoría no le sorprende tanto la desidia ofrecida en muchos encuentros.
Sí, estamos en la pretemporada, pero el Betis no debe hacer el "ridículo" allá donde vaya -calificativo que ha utilizado mi compañero Manolo Aguilar, en la cadena SER, y que, al menos esta vez, comparto-, sea un encuentro oficial o amistoso, y la afición -insisto- debería ser más exigente con el equipo, sin entrar en comparaciones, que siempre son odiosas.
Sí, estamos en la pretemporada, argumento que he oído y leído a más de uno en un intento de justificar la imagen ofrecida en el Nuevo Colombino. ¿Acaso no importa que se desplazaran a Huelva miles de aficionados para arropar a su equipo? ¿No hubiera ayudado a la campaña de socios que ayer vencieran y, sobretodo, convencieran a los suyos? Con lo poco que cuesta tener a la afición de lado y las innumerables muestras de ingratitud que reciben sus seguidores.
Luego llega la Liga y, por la situación en la tabla -en Segunda o merodeando los puestos bajos en Primera- a menudo se 'tira' la Copa. Si logran la clasificación para la Europa League, "hay que centrarse en la Liga, que es la que nos da de comer". Así está el patio... Entre la resignación, el conformismo, la poca o nula exigencia, la permanente falta de ambición...
A quienes llaman a las cosas por su nombre se les acusa de desestabilizar al club. Se habla del ''entorno", algo que ya cansa, y desde dentro se busca con rapidez una cortina de humo. En cualquier situación de crisis, no afrontarla y dejar pasar el tiempo no suele acabar con ella sino que alarga el problema.
¿Dramatismo? Quizá. Pero duele escuchar de una niña de seis años, con lágrimas en los ojos, que lo peor de todo ya no es perder sino quedar tercero, con los rivales mencionados, y ver cómo se lleva una tremenda desilusión, No es un buen trago y quien más y quien menos, con esas edades, hemos pasado alguna vez por esto. Al menos, siempre le quedará su "Betis femenino".
Aficionados béticos en el Calderón. EFE

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